Cómo crear una cultura de innovación

¿Cómo pueden las empresas fomentar la generación de ideas nuevas de manera constante?

Para los líderes de la industria tecnológica, como Apple, Alphabet, Microsoft y Samsung, la innovación en serie no ocurre solo por casualidad. Es el resultado de darse cuenta de la necesidad de una cultura de innovación preparada para identificar primero las tendencias emergentes y las oportunidades comerciales. Luego, esas ideas se desarrollan a escala.

Con una cultura de innovación, las empresas están equipadas para producir servicios de vanguardia y ofrecer mejoras incrementales a los productos existentes, que los consumidores esperan.

La innovación cultural tiene éxito realmente al capitalizar la creatividad de cada empleado.

¿Qué es una cultura de innovación?

Como hemos comentado antes, una cultura de innovación puede describirse como un entorno de trabajo en el que se agradece, se fomenta y se aplica el pensamiento no convencional y la democratización de las ideas. Una cultura de innovación busca que todos contribuyan, ya sea un director ejecutivo o un pasante de verano.

En una organización innovadora, cada miembro del equipo se considera capaz (y a menudo se espera que lo haga) de dar sugerencias para mejorar, hacer críticas espontáneas y actuar como impulsor del cambio.

Idealmente, una cultura innovadora está compuesta por personas de diferentes orígenes y clases sociales. Reunir a los empleados de diferentes disciplinas y departamentos para trabajar en equipo puede resultar útil para desafiar el statu quo y alejarse de las formas predecibles de pensar.

¿Cómo pueden las empresas fomentar la generación de ideas nuevas?

En teoría, aprovechar el poder de la innovación cultural parece bastante fácil. Simplemente puedes seguir adelante y dejar que todos comiencen a pensar conceptos, uno tras otro, en un pensamiento de tipo "fluir de la conciencia".

Pero no sucede así. Darle a las personas la libertad de innovar implica más pensamiento.

Por un lado, es útil proporcionarle a tu equipo las herramientas adecuadas. Una organización innovadora a menudo depende de espacios de trabajo abiertos para promover la creatividad y fomentar la colaboración. Los espacios de descanso con acceso a pizarras, notas adhesivas y marcadores fomentan la innovación y el pensamiento audaz.

Las pizarras virtuales, como Lucidspark, permiten a los miembros del equipo capturar pensamientos y compartirlos en tiempo real a través de sesiones de lluvia de ideas, que actúan como punto de partida para la iteración.

Podrías intentar usar una plantilla de escritura de ideas con tu equipo para desarrollar las ideas de los demás. 

Por supuesto, establecer esta cultura de innovación va mucho más allá del propio entorno laboral.

Una organización innovadora debe prestar atención a cómo se llevan a cabo sus reuniones de lluvia de ideas. Los líderes deben incentivar a empleados y equipos a que piensen detenidamente en sus conceptos. En estas primeras etapas, no importa si todas las ideas son buenas o no; se trata más bien de agotar todas las posibilidades.

Consejos para crear una cultura de innovación 

Para que una cultura de innovación se arraigue, una organización necesita metodologías comprobadas y enfoques estratégicos para inspirar a su gente a aprovechar la tecnología, despertar la curiosidad y la pasión por el conocimiento y eliminar las barreras en el proceso creativo.

Al aprender a crear una cultura de innovación, algunas lecciones serán intuitivas y otras parecerán menos obvias, pero, en cualquier caso, será útil aplicar los siguientes valores innovadores. 

Desarma los silos

Las jerarquías rígidas tienden a disminuir la creatividad. Alguien del equipo podría inspirarse y tener una idea que esté fuera de su campo de especialización o función dentro de la estructura organizacional general. Si comienza a sentir resistencia o falta de apoyo del liderazgo, ese camino hacia la innovación se pierde.

A las personas con una mentalidad de crecimiento, que son rápidas para desarrollar nuevas habilidades, que valoran la búsqueda del conocimiento a dondequiera que lleve y muestran iniciativa, se les debe dar libertad y no sofocarles la creatividad.

Dentro de una cultura de innovación, para que esas personas resuelvan los problemas con audacia, tracen nuevas direcciones y trabajen en asuntos importantes, los silos no pueden existir. Al contratar nuevos empleados (o identificar a los existentes) que posean antecedentes multifuncionales y demuestren sólidas habilidades interpersonales, una organización innovadora está mejor equipada para establecer buenas relaciones, generar confianza y ganar aliados.

Cambiar de roles, cumplir diferentes funciones o asumir una variedad de responsabilidades es otro beneficio de eliminar los silos dentro de una empresa. También es lo que hace que una cultura de innovación sea tan resiliente.

Alienta a los empleados a hacer preguntas

Otro aspecto clave de la creación de una cultura de innovación es hacer del lugar de trabajo un lugar seguro para hacer preguntas. Ser inquisitivo es algo que debería normalizarse y recompensarse dentro de una organización innovadora. Además, cada reunión general debe incluir tiempo para hacer preguntas.

Otras formas de hacer que un entorno corporativo sea más abierto y propicio para hacer preguntas son:

• Tener sesiones semanales o mensuales organizadas por los líderes de la empresa para hacer cualquier tipo de preguntas
• Declarar una política de no repercusión para que los empleados se sientan seguros al hacer preguntas
• Evitar los juicios y no dar respuestas sin pensar a preguntas difíciles o profundas
• Asegurar siempre que se haga un seguimiento o se cuenten novedades sobre preguntas de reuniones anteriores
• Incentivar las preguntas haciendo concursos o dando recompensas

Cuantas más preguntas formen parte del entorno de trabajo, más pronto se convertirán en un hábito entre los empleados. Para que las sesiones sean informativas, productivas y proactivas, las preguntas que se hacen deben centrarse en lograr un resultado deseado o abordar una preocupación genuina. 

Incentiva a todos los empleados a expresar sus ideas

Dentro de una cultura innovadora, es un hecho que cada empleado tiene el potencial de ser creativo y que ese potencial se puede desarrollar con el tiempo, con la cantidad adecuada de incentivo.

La habilidad de los miembros del equipo para expresar sus ideas es algo valioso en una cultura de innovación, porque una organización innovadora entiende la naturaleza recíproca de la relación laboral. Es más que empleados que dedican su tiempo o empresas que solo ofrecen un pago por las horas trabajadas. Las personas quieren sentirse valoradas y apoyadas por sus empleadores y libres de expresar opiniones o ideas.

¿Quién mejor para identificar procesos obsoletos o áreas que necesitan mejoras que los empleados que interactúan con el cliente? Las personas de una organización innovadora se sienten empoderadas para expresar sus ideas y realizar cambios básicos para ayudar a mejorar la calidad, la productividad o, quizás, su propia satisfacción laboral.

La razón por la que los empleados dudan en hablar y compartir sus pensamientos no es que tienen temor, sino que no confían en que la gerencia los escuchará y tomará medidas necesarias para el cambio.

Por eso, no te limites a dejar archivadas las ideas que aportan los empleados. Siempre que sea posible, mantén informadas las personas. Si su idea resulta en una innovación, dales crédito por la sugerencia. 

Mantén una comunicación abierta

Hasta ahora, las personas están desarmando los silos, están haciendo preguntas y se sienten cómodos expresando sus ideas. Pero si realmente planeas mantener a todos informados mientras desarrollas tu floreciente cultura de innovación, las líneas de comunicación deben mantenerse abiertas.

La comunicación abierta requiere sistemas que promuevan la colaboración y el intercambio constante de ideas. Esto puede significar reuniones diarias, reuniones semanales, correos electrónicos grupales o un canal de Slack exclusivo que permita que todos contribuyan a la conversación.

Después de todo, la innovación no ocurre en el vacío. Y una organización innovadora prosperará si sus empleados mantienen una conversación constante y no retienen información.

Mantener la comunicación abierta no es algo que la tecnología por sí sola pueda resolver. Con mayor frecuencia, se trata de relaciones laborales fuertes y satisfactorias. La seguridad psicológica y la confianza resultantes entre los miembros de un equipo que disfrutan de trabajar juntos es fundamental para una cultura de innovación.

Establece los objetivos

Dentro de una cultura de innovación, hay una verdad paradójica sobre cómo se establecen los objetivos de los empleados. Por un lado, cada objetivo debe ser lo suficientemente claro como para mantener a los miembros del equipo alineados. Por otro, el proceso debe ser lo suficientemente flexible para que los miembros del equipo tengan autonomía en cómo alcanzar un objetivo.

Es con autonomía para establecer (y lograr) los objetivos que la innovación ocurre habitualmente.

Para ayudar a los empleados a establecer sus objetivos, se espera que los líderes aclaren las metas generales de la organización. Ya sea reducir los costos de un producto existente o coordinar el lanzamiento de un nuevo servicio, cada empleado debe saber cómo sus esfuerzos contribuyen a lograr el objetivo.

Recompensa tanto el éxito como el fracaso

Pasa suficiente tiempo en cualquier organización innovadora y te darás cuenta de una cosa: no todas las ideas son exitosas. Pero una cultura de innovación reconoce el valor inherente de cada fracaso.

Si quieres que tu equipo adopte la mentalidad de la cultura de la innovación, demuestra la importancia de cada contribución que se haga al esfuerzo del grupo, incluso si las cosas no funcionan según lo planeado. Una cultura de innovación es un sistema creado para apoyar los objetivos de la empresa y también a su gente.

Sé constante en recompensar y reconocer comportamientos innovadores, incluidos los esfuerzos que implican un riesgo por parte de los miembros del equipo, aunque los resultados no sean necesariamente positivos, efectivos o rentables. Al elegir solo recompensar el éxito, el mensaje que todos reciben es que deben ir a lo seguro y no traspasar los límites.

En caso de fracaso, resalta todo el trabajo detrás de escena y las valiosas lecciones aprendidas por el equipo. Recompensar el fracaso es incentivar y motivar a los empleados a intentar algo nuevo sin temor al castigo por intentarlo. Al eliminar el estigma del fracaso, surgen ideas audaces.

A los ojos de una organización innovadora, el fracaso solo está un paso más cerca de la próxima innovación. De esta manera, recompensar el fracaso debe verse como una inversión hacia el éxito futuro.  

Conclusión

Saber crear una cultura de innovación es solo el principio. Lo más importante es aplicar ese conocimiento y permitir que tu empresa se redefina como una organización innovadora.